Una vida de objetivos y metas es sin duda una vida satisfactoria. Una persona que se siente satisfecha con su existencia, quien ha trazado objetivos y se ha puesto en marcha para alcanzarlos, podrá dar a su vida los giros necesarios, aportando la energía, motivación y ganas necesarias para realizar cualquier ajuste.
Lo primero es identificar esos objetivos ¿Qué quiero en mi vida? A nivel profesional, ¿Tienes un trabajo que no te genera satisfacción? ¡Déjalo!, ¿Tienes un matrimonio que ya no funciona? ¿Por qué sigues ahí? ¿Vives en una ciudad que no llena tus expectativas? Busca nuevos aires!.
Traspasa la frontera de tus miedos, pero siempre desde la premisa de que tus sueños sean realizables y no dañen tu integridad espiritual, emocional, física, ni la de otros.
De igual forma ten claro, que tus metas y objetivos nada tienen que ver con la aprobación de los demás, ni lo que ellos esperan de ti. No te vuelvas dependiente de personas, empresas o situaciones; los buenos aliados deben conservarse, pero si en algún momento se convierten en un obstáculo para lograr tu felicidad, seguramente tendrás que dejarlos de lado.
Haz una lista de lo que quieres lograr, si tienes la voluntad suficiente esa lista puedes guardarla en tu mente, y deposita en ella pequeñas y grandes metas. Una vez que hagas esto, empieza a establecer tus objetivos retadores, paso a paso vas a ir logrando cada cosa que te propongas; al mismo tiempo iras trasformando cada experiencia que consideres negativa, en una enseñanza enriquecedora, dejaras de ver el mundo en malo y bueno, en negro y blanco, para darte cuenta que tu vida tiene tantos matices como quieras poner en ella.
¡Vamos sé el dueño de tu destino, apuesta por ti, agradece esta gran oportunidad que te ha sido dado y disfruta la experiencia de vivir, sintiéndote realmente vivo!.
Lo primero es identificar esos objetivos ¿Qué quiero en mi vida? A nivel profesional, ¿Tienes un trabajo que no te genera satisfacción? ¡Déjalo!, ¿Tienes un matrimonio que ya no funciona? ¿Por qué sigues ahí? ¿Vives en una ciudad que no llena tus expectativas? Busca nuevos aires!.
Traspasa la frontera de tus miedos, pero siempre desde la premisa de que tus sueños sean realizables y no dañen tu integridad espiritual, emocional, física, ni la de otros.
De igual forma ten claro, que tus metas y objetivos nada tienen que ver con la aprobación de los demás, ni lo que ellos esperan de ti. No te vuelvas dependiente de personas, empresas o situaciones; los buenos aliados deben conservarse, pero si en algún momento se convierten en un obstáculo para lograr tu felicidad, seguramente tendrás que dejarlos de lado.
Haz una lista de lo que quieres lograr, si tienes la voluntad suficiente esa lista puedes guardarla en tu mente, y deposita en ella pequeñas y grandes metas. Una vez que hagas esto, empieza a establecer tus objetivos retadores, paso a paso vas a ir logrando cada cosa que te propongas; al mismo tiempo iras trasformando cada experiencia que consideres negativa, en una enseñanza enriquecedora, dejaras de ver el mundo en malo y bueno, en negro y blanco, para darte cuenta que tu vida tiene tantos matices como quieras poner en ella.
¡Vamos sé el dueño de tu destino, apuesta por ti, agradece esta gran oportunidad que te ha sido dado y disfruta la experiencia de vivir, sintiéndote realmente vivo!.