CHI TROVA UN AMICO TROVA UN TESORO.
(Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro.)
Libertad, seguridad, proximidad, semejanza, apoyo emocional…; esa suma de cualidades comunes que te permite encontrar un tesoro llamado: AMISTAD; aquel privilegio nunca agobiante que parece prolongarse más allá del espacio y el tiempo. La aceptación del tal como somos, sin imposiciones ni juicios.
Amigo es aquel que comparte, disfruta y siente orgullo de tus éxitos; quien en los momentos tristes ofrece su apoyo, comprensión y consejo oportuno. El confidente, la persona ante la cual podemos ser libremente quienes somos, sin ningún tipo de reservas, con fortalezas y vulnerabilidades sin temor de manipulación, en síntesis un símbolo de lealtad.
Múltiples investigaciones sustentan que, tener un buen número de relaciones interpersonales trae beneficios sobre la salud, disminuyendo la carga de ansiedad, incrementando los niveles de dopamina en el cerebro, y minimizando el riesgo de padecer depresión. Es tal la relevancia de la amistad que hay firmes indicios que demuestran que tener entre 3 y 5 amigos aumenta la expectativa de vida.
Las personas que mantienen mas contacto con amistades y familiares, corren menos riesgo de morir prematuramente; de acuerdo con investigaciones la falta de apoyo social aumenta ese riesgo, incluso, más que el tabaquismo. “Aislar a una persona es matarla lentamente”
Y es que la propia naturaleza humana hace que el bienestar psicológico y la salud física estén estrechamente ligados a la calidad de sus relaciones interpersonales.
Los vínculos establecidos con familiares y amigos, permite al individuo el desarrollo de sus expectativas sociales, dentro de estas relaciones, el concepto de la amistad facilita instituir un ambiente adecuado para el intercambio y la comunicación, sobre la base de la aceptación, sinceridad, la empatía, la flexibilidad y el interés en el otro. Esta suma de beneficios tiene un papel fundamental en el desarrollo de las diversas habilidades que permiten lograr un desempeño eficaz dentro de la sociedad.
Algunos de los factores que forjan la amistad son la cercanía y contacto frecuentes, las personas suelen escoger a sus amigos, entre su grupo de vecinos, compañeros de estudio o de trabajo, con los que comparten ciertas actividades en común. De igual forma por la similitud, aunque no es requisito indispensable, la amistad se edifica sobre la simpatía y afinidad con el otro; también por complemento, es decir, la satisfacción de necesidades psicológicas mutuas, y por intercambio satisfactorio, al obtener más gratificaciones que exigencias o disgustos, entre otros factores.
