Siempre encuentro la respuesta
En venturosos momentos de la vida, nos tropezamos con ese tipo de personas, que parecen tener respuesta para todo; aquellos que viven en un envidiable mundo de autocontrol y que parecen avanzar siempre, un paso delante de los demás. Jamás dudan al tomar la iniciativa y por supuesto, algunos los tachan de prepotentes; ante la incapacidad de verse a si mismos, en un nivel de actividad semejante. Piensan, idean, y deslumbran con sus propuestas; parecen prevalecer por encima de cualquier otro. En otro contexto son gente extraordinaria. Por cierto, no vienen de otro planeta ni están pensando en someternos; son seres humanos igual que nosotros, los cuales encontraron su verdadera forma de SER (Siempre encuentro la respuesta).
Tú también puedes serlo, cuando asumes la responsabilidad de actuar, de hacer; de avanzar, decidir sin dudas, prejuicios ni amaños. Cuando tienes la convicción de lo que quieres un tu vida y como lo vas a conseguir.
Aprende a vivir en tu propio mundo de paradigmas, selecciona lo que sirve para ti sin guiarte por las pautas; claro, si alguna sirve la tomas y la aplicas. Sé dueño de tus decisiones, que el amor, el placer; las crisis y los anhelos, no coarten el logro de tus metas. No se trata simplemente, de tener objetivos sino de alcanzarlos; centrar tu inteligencia, capacidades, carisma; e influir a través de ellos en la forma misma del mundo que te rodea, SER (Siempre encuentro la respuesta) el punto de referencia para otros. Descargar tu convicción sobre cada cosa que haces, dar prioridad a tus valores; reconocerte como un ser único, capaz de conducir tus pasos con seguridad en cualquier ámbito. Jamás dudar, liberándose de las circunstancias; erradicar las quejas y avanzar siempre avanzar, subordinando los hábitos; teniendo total control sobre ellos. Desarrollar un carácter único, tan integro que solo tú puedas modelarlo, ser fiel y consecuente con lo que piensas; tener el coraje para entender que la vida, es un camino irregular incapaz de detenerte. Ser paciente cuando debas exigírtelo, y reconocer con claridad tus sentimientos. No ambicionar las propiedades del otro, ten en cuenta que si piensas así, iras por el mundo anhelando lo que otros poseen, fabrica tu propio mundo de beneficios; destácate sin mirar de soslayo los apuntes de tu compañero de al lado. Se libre desde lo profundo de tu alma, hasta cada frase que dejas salir de tu boca; responde a cada estimulo de forma resuelta, reedificando tus procesos mentales; resurge de ese molde establecido y crea el tuyo propio, con voluntad y conciencia de ti mismo. Anticípate a los hechos, toma el riesgo; no des tantas vueltas sobre el futuro, por el contrario extiende la mano y tómalo. Da rienda suelta a tus habilidades, poténcialas a su máximo, practica, entrena; desarrolla tus capacidades hasta límites que antes simplemente, imaginabas, y encuentra la forma de instalarlos en tu inventario conductual. Aprende a SER (Siempre encuentro la respuesta) un ser indestructible. Evoluciona sin detenerte a esperar a los demás, aborda las oportunidades con la mayor diligencia, sin dudas; ¡Decide!, anticípate, surge, brota en tu nueva forma.
Sé ágil, minimiza el riesgo yendo delante de el, no esperes oportunidades, créalas; sé un motor de innovación, transfórmate en el modelo a seguir; administra tus emociones, defiende tus convicciones y tus derechos; asume nuevos retos, se determinado. Mira siempre en positivo, cambia el curso de los acontecimientos; crea el camino y si estas seguro jamás lo abandones; desafía lo convencional, ve contra la corriente, construye tu propio destino; aprende a ser versátil, eres tu quien decide.
¡POR SUPUESTO QUE PUEDES!