El éxito no debe medirse tan solo en números y billetes, los cuales, por supuesto, ayudan. Empero, existen otros factores que pueden hacernos sentir realmente ganadores. Una vida de lujos, no dudo que sea satisfactoria, pero es la manera en la que se logra ese resultado lo que nos hace sentir realmente plenos. La facultad que nos llevó a recorrer ese camino, el proceso de imaginación, acción y tenacidad que nos demostró nuestras enormes habilidades. La capacidad inicial de haber ideado una ruta, haberse apegado al plan, y de pronto, encontrarnos situados donde siempre quisimos estar. Tomar la rienda de nuestros sueños hasta verlos concretarse, es la forma más eficiente de sentirnos y sabernos exitosos. Aprender a ser nuestros mejores aliados, en la construcción de ideas y objetivos, y acertar la forma de ir tras ellos.
El mundo y el universo mismo se han transformado ante nuestros ojos, se han innovado para permitir que encajemos dentro de su sabiduría vital, para entregar en nuestras manos un conocimiento y unas experiencias que debemos usar en beneficio nuestro y de otros. Magnificas construcciones, naves, puentes, arte, nacieron de la creatividad innata de universo puesta en las manos de alguien que aprendió a creer, a materializar sus sueños, a visionar un mundo diferente. Esa misma capacidad vive en cada uno de nosotros y es el momento de activarla.
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