Bastaría ver la reacción de tu mascota cada vez que llegas a casa, o encontrar en un video a un pequeño perro intentando salvar a otro, en medio del tráfico vehicular de una autopista. Seria suficiente dedicar cinco minutos de nuestro tiempo a compartir con cualquier animal, para concluir lo que los científicos ya han comprobado, y esto es, que los animales poseen una conciencia que les permite percibir su entorno.
Quienes hemos tenido la oportunidad de convivir con un animal doméstico, ya deberíamos saberlo. Sin embargo, tristemente, muchos siguen dudando de la conciencia animal.
Son muchos los científicos calificados, que han llegado a la conclusión de que el ser humano no es el único ser consciente, y que mamíferos y aves, principalmente, también poseen una conciencia. Las pruebas que llevaron a esta conclusión, no son sorprendentes; sino que propenden suscitar el respeto hacia todas las especies del planeta.
Miles de estudios con animales de múltiples géneros, comprueban que la fauna posee una conciencia, que les permite percibir el sufrimiento propio y ajeno; discernir lo bueno, lo malo. Sentir amor, alegrarse y hacer amigos; entre otros rasgos, que antes solo se atribuían a la especie humana.
Lo realmente importante es concientizarnos del respecto que debemos dar a todas las especies vivas. Quizá los animales no sean tan cerebralmente desarrollados, ni sus experiencias mentales y psicológicas, tan complejas como las nuestras. Sin embargo, poseen un instinto racional, una noción que les permite sentir empatía y respeto por su propia vida y la de otros.
Basta ingresar a youtube y dar clic en el video del chimpancé pidiendo ser rescatado de un zoológico, utilizando un lenguaje de señas. El perro rescatando a su amigo en medio de transitada una avenida; el elefante que aprendió algunas palabras en mandarín. El orangután frustrado que escapa del cautiverio; los gorilas que pintaban obras de arte. El león Christian, Boris el toro que lloraba, luego de ver las torturas en una fabrica de producción; o el ave que regresaba cada año para buscar a su pareja, luego de atravesar cientos de kilómetros. Y así, tantas historias más como estas.
Puedes estar seguro. No sólo los seres humanos tienen conciencia; ésta pertenece en diferentes grados a todos los animales que cuentan con un sistema nervioso. En ese orden de ideas los animales, sienten; tienen conocimiento de sí mismos. Se reconocen como ser; experimentan el sufrimiento y sienten dolor. No se trata de creer o no, sino de reconocer estas evidencias con soporte científico. Razonar y aplicar la moralidad en nuestra conducta, el respeto hacia seres que merecen vivir tanto como nosotros mismos. Los animales, al igual que las personas, tienen preferencias, deseos y necesidades.
Independientemente de la complejidad con la cual percibamos el mundo, tanto humanos como animales, tienen un interés fundamental de vivir, y evitar ser dañados.
En el sentir y la conciencia no existen escalas. Así como un bebé siente, un adulto siente; también un animal siente. Y el hecho de que haya diferencias sensitivas no implica en ningún caso que la vida de unos, valga más o menos que la de otros.
Es momento de entender que no somos los únicos seres con conciencia, que existen muchos más como nosotros, a nuestro alrededor y seguramente en otros rincones del universo.
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