miércoles, 2 de enero de 2013

Año Nuevo, Vida Buena


Comienza un nuevo año y los buenos propósitos están a la orden del día. Cambios, crecimiento, sueños y expectativas por cumplir. Lo importante, por supuesto, es que la mayoría de estos propósitos lleguen a cristalizarse. Y no queden en el tintero de las buenas intenciones o en palabras lanzadas al aire.
Adelgazar, hacer ejercicio, aprender un nuevo idioma; cambiar de trabajo, iniciar una carrera. Y es que de alguna forma el mensaje psicológico que envía el cambio de año, es a su vez el cambio para nosotros mismos; la modificación de hábitos y patrones de conducta.
El nuevo año nos invita a reflexionar, a replantear nuestra realidad, a dejar a tras una vida rutinaria, a interiorizar anhelos.
Es importante entender durante el inicio de cada nuevo año, lo que queremos para  nuestra vida, establecer metas e ir a por ellas. Dejando de lado la existencia plana, que debe quedar en el recuerdo de los pendientes que dejó el año que se va.
Debemos también entender que un año puede no ser suficiente para alcanzar estos renovados propósitos; puesto que algunos de ellos serán a mediano y largo plazo. Recordemos que llegar a cada meta es un ejercicio de perseverancia.
De modo que si tu intención es verte mejor físicamente, no dudes iniciar hoy mismo en el gimnasio y cambiar tus hábitos alimenticios, no esperes a que decaiga el envite. Ve a la librería, la biblioteca o la red para retomar el sano habito de la lectura. Empieza por aprender un nuevo idioma, incluso la web ofrece de forma fácil y económica oportunidades acordes a este propósito. Busca ese asenso que tanto anhelas, mostrándote proactivo e interesado en tu compañía. Comparte nuevas aventuras con tu pareja, o toma la decisión de salir de una relación agobiante. Pasa más tiempo con tus hijos, hermanos y padres.
Ve por el éxito en lo que quieres, cumple tus metas; convierte las buenas intenciones en hechos. Ten claro hacia donde te diriges, cuales son tus posibilidades reales; guíate hacia tu objetivo con valor, decisión y entereza. Veras como es posible llegar a tus ideales.
Reconoce el camino, las circunstancias y personas que te impulsaran en este nuevo año. Recuerda igualmente que toda necesidad de cambio es una clara indicación de autoestima; de que quieres y puedes se mejor. Por eso establece tus propósitos sin temor, haciéndolos alcanzables, satisfactorios. Descubrirás el mundo de oportunidades que trae consigo cada inicio de año.
Valora lo que lograste o dejaste a tras, haz que las decisiones que tomaste en aquel tiempo que se convierte en recuerdos, valgan la pena y sean el impulso para nuevos retos. De igual modo ve a tu máximo y exígete un poco más cada mañana; la satisfacción de hacerlo es el verdadero trofeo de los triunfadores.
¡Vamos, comienza un nuevo año! Una nueva oportunidad, un camino de aventura que te espera.

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