Te ayudaran en las labores cotidianas, en la reparación del auto; las tareas domesticas o como auxiliares de oficina. Incluso hoy día, podemos ver a algunas personas discutiendo con su teléfono o lanzando improperios a su portátil. Pero en poco tiempo la tecnología, nos dará la oportunidad de estar frente a humanoides, fabricados por nuestra propia mano; que incluso discutirán y cuestionaran nuestras ideas, como salidos de una cinta de Hollywood. Se aproxima a toda velocidad, el momento en el cual será habitual tener un robot en casa; sofisticados dispositivos que nos harán la vida más fácil, y realizaran sus labores con precisión automática; desde complejas labores en procesos industriales, hasta la sencilla cotidianidad de casa. ¿Pero podrían estos nuevos compañeros, equivocarse como la hacen los humanos? ¿Llegaran a tener emociones, a sentir miedo y envidia? ¿Habrá confianza mutua entre nosotros y ellos? Muchas preguntas sobrevienen ante la posibilidad de un mundo repleto de tecnología de punta. Pues todo lo que viene de la mano del hombre, está condicionado por su propia imperfección.
La información manejada por estos dispositivos, a los que seguramente, daremos nombres familiares; estará representada en símbolos y algoritmos matemáticos, que procesados y transformados darán al robot su inteligencia, pero seguramente llegara el momento en que nuestras emociones, choquen con la lógica de un colaborador, que no entenderá nuestra sensibilidad extrema y que en lugar de hacer mejor nuestra vida; entrará a formar parte de la en ocasiones irracional conducta humana.
Solo el tiempo podrá decir lo que pasará, pero desde hoy debemos estar preparados para este mundo surrealista.
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